17.04.2012 por
He aquí pequeñas pistas, apreciaciones y comentarios sobre lo que ayer hicimos juntas: un ejercicio de apropiación del pop o cómo “procomunar” la canción popular.
“[...] No se me ocurre un modo más honesto de explicar problemas personales que escribir sobre conflictos colectivos [...]”. (Roberto Herreros, ’¿Cómo diablos se escriben canciones colectivas?’ ’¡Organización!’, 2011)
Si (re)pensar las formas de relacionarse, organizarse, gestionar y compartir los recursos, o realzar la importancia de los cuidados y afectos en las comunidades ha sido uno de los ejes de acción de este 14 Festival ZEMOS98, ya por tercer año consecutivo la jornada de Conciertos Domésticos se convirtió en el caldo de cultivo necesario para la puesta en práctica de algunas de las conclusiones de las Residencias Copylove. También del trabajo que ZEMOS98 realiza de manera ininterrumpida durante todo el año.
En los Conciertos Domésticos hemos podido disfrutar de micropolítica musical de una forma espontánea y natural. Recorriendo espacios de la ciudad interesantes por unos u otros motivos. Por su activismo artístico y laboral (Cooperativa Tramallol, El Rancho) o por su belleza (Palacio de los Marqueses de la Algaba). Pero sobre todo, haciendo hincapié en el carácter festivo y emotivo que allí nos reunía.
Todo comenzó con una sorpresa: la poeta María Salgado, una de las responsables de (La Lenta Editora), recitó poemas escogidos de aquí y allá, utilizando “escombros literarios” y preparando el terreno para lo que estaba por llegar. Ella lo tituló "La maletilla del Copylove / quince minutos de fama libre". De la soledad, la inseguridad y el abandono al (H)amor. Temas eternos de la poesía remezclados, hackeados, recitados utilizando recursos musicales como el loopeo, muchos de ellos de memoria y con una emotividad aplastante. Pasando del Orfeo de Rilke a frases de Mike Tyson.
Sole Parody nos propone un juego. Toca apasionadamente el ukelele y lo reviste de ritmos y samples a lo que añade una trompeta que adorna el conjunto. Dice que su música nace del caos, de la alienación laboral y la revolución. Destacó el uso político de sus samplers en inglés- que normalmente suele traducir en sus conciertos-. Lo cierto es que Le Parody aprieta los puños, enseña los dientes a través de la suavidad, el pop carrachero más naïf y el amauterismo. Resistencia pasiva, lo llamaban, y ahora podría llegar a estar penada. Tocó gran parte de su primer trabajo, Párala Vértigo, bailó, rió y nos miró a los ojos. En definitiva, demostró que tiene mucho amor que dar.
En ¡Menos Samba! (Mushroom Pilow, 2012), Antonio Luque o Sr Chinarro -en la versión que lo prefieran- se atreve con una sevillana. Dice el compositor que si en Estados Unidos los cantautores hacen folk, ¿por qué resulta tan extraño que él apueste por las sevillanas? Lo mismo debió pensar la asturiana Lorena Álvarez a la hora de afrontar este proyecto de remezcla y apropiacionismo del folclore popular, sobre todo asturiano. Lorena es revisionismo de la canción rural, es melodía infantil con tintes postmodernos, es situacionismo asturiano, es una suerte de Violeta Parra del siglo XXI y cualquier cosa que se os pase por la cabeza. Y a mí, pese a la inexperiencia, pese a la escasez de medios, me encanta.
Lugar perfecto, público entregado y las canciones de su debut La Cinta (Sones, 2011) como repertorio. Hubo palmas, anís del mono -había que vaciar la botella para tocarla en la cuarta canción- y absoluta complicidad con un público sonriente y amoroso. Canciones cortitas, algo rudimentarias y bastante sinceras.
El trío de chicas de Barcelona no tuvieron una buena tarde en lo que a lo musical se refiere. Arponera necesita mejorar en sus directos. Aún así recursos no les faltan y compensaron con simpatía y actitud algunos de los desvaríos de un concierto salpicado por despistes, tics y las limitaciones del espacio. Precisamente, la propia vocación de este ciclo de conciertos es sacar la música en directo de los espacios habituales y reflexionar sobre los conciertos no como recitales unidireccionales, sino como artefactos comunicativos.
Tocaron todo su repertorio de pop-folk oscuro, deforme y desafinado. E incluso repitieron uno de sus hits más reivindicativos, Pobre mí: “Sin trabajo y sin dinero, nunca hago lo que quiero. Pobre de mí, pobre de mí”. Las letras son precisamente una de las cosas que más me gusta de este grupo que toma su nombre en homenaje al tema homónimo de Esclarecidos.
“Las cosas eran sencillas hasta que la hepatitis las puso amarillas” (’Hepatitis’, Arponera)
Su debut discográfico, Arponera ha sido señalado como una de las joyas maqueteras a tener en cuenta este año por magacines como Playground. Si echabas de menos a Décima Víctima o eres fan de Half Japanese, Arponera es tu banda. Y yo creo que tienen aún mucho amor -y guerra- por dar.
494 - KgwZySyaU 29/05/2012 - 09.53
Hola Buenas Noches mi nombre es Rogelio Vargas Moreno. Soy Profesor de Derecho en la moadlidad a distancia en la ciudad de Apatzinge1n. La semana pasada lleve a los alumnos de derecho de la UVAQ sede Apatzinge1n a la ciudad de Me9xico. Visitamos la Ce1mara de Diputados y Los Pinos, me gustareda que publicaran la nota. Cual sereda el procedimiento para ello. Sin mas les envedo un saludo.Lic. Rogelio Vargas MorenoProfesor y ExaUvaq